miércoles, 1 de abril de 2009

Buscando en la mayor fuente.

Salmo 121:1,2
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Señor.
Hay nuevos caminos en este día. Hay nuevos senderos que se abrirán para ti. Pero si dejas que tus ojos se empañen de lágrimas demasiado tiempo, ella te impedirán ver lo que necesitas. Recuerda la base de todo éxito está en poner nuestra confianza en Dios y saber que solo él nos puede llevar al lugar correcto y en el tiempo correcto. Si usted se da por vencido muy fácilmente escriba lo que está a continuación y léalo a diario:

1. Nunca me daré por vencido mientras sepa que tengo la razón.

2. Creo que todas las cosas obrarán a mi favor si me sostengo hasta el final.

3. Tendré ánimo y no desmayaré frente a las probabilidades.

4. No permitiré que nadie me intimide ni me separe de mis metas.

5. Lucharé para vencer todos los impedimentos físicos y las contrariedades.

6. Trataré una y otra vez, y todavía una vez más para realizar lo que quiero.

7. Obtendré fe y fortaleza al saber que todos los hombres y mujeres con éxito lucharon contra la derrota y la adversidad.

8. Nunca me rendiré al desaliento o la desesperación no importa con qué obstáculos aparentes me enfrente.
En medio del fracaso que encontramos en el camino al éxito, Dios es nuestro socorro.
Deuteronomio 33:29
Bienaventurado tú, oh Israel. ¿Quién como tú, Pueblo salvo por el Señor, Escudo de tu socorro, Y espada de tu triunfo? Así que tus enemigos serán humillados, Y tú hollarás sobre sus alturas.
Salmo 63:7
Porque has sido mi socorro, Y así en la sombra de tus alas me regocijaré

1 comentario:

  1. Aunque no es mi caso, hasta una persona incrédula ha de tomar en cuenta tan profundas reflexiones, son de gran ayuda en momentos de presión.

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